La propuesta que se presenta parte de la idea etimológica de Biblioteca: caja para libros. Partiendo de un volumen primario (una caja) como contenedor de libros, se van a realizar una serie de operaciones formales, provocadas por su adaptación al entorno, función y escala.
La primera transformación deriva de su implantación: en la vía pública; el volumen debe integrarse en el flujo peatonal, incluso permitir que este atraviese el volumen.
Al estirar el volumen creamos una dirección principal en la composición.
Además se debe pensar en la escala, una escala a mitad de camino del mueble y el edificio. Esta es una escala pequeña, muy humana, donde los detalles son importantes.
Por necesidades del programa, el artefacto que estamos creando debe ser desmontable, por lo que lo dividimos en módulos, en bastidores de madera, que harán a estas piezas manejables para su transporte e instalación.
El siguiente paso es provocar la voluntad de entrara u observar al menos este artefacto. Primero dislocamos los módulos y después vamos a maclarlos.
Con estas dos operaciones buscamos dos fines, la primera es generar un espacio interior solo asimilable en su totalidad tras la experiencia de ser atravesado, creando en el observador la curiosidad del “que habrá dentro”. Los huecos entre módulos por la dislocación, algunos “obstáculos” como las puertas, incluso algún filtro como unas cortinas, trabajan para impedir al observador exterior la asimilación total del volumen interior. En el libro de Tadao Ando, Simbolismo y Arquitectura, en el capítulo Espacio-tiempo o ma, encontramos el origen de estos recursos arquitectónicos, y su uso en la arquitectura japonesa:
Con estas dos operaciones buscamos dos fines, la primera es generar un espacio interior solo asimilable en su totalidad tras la experiencia de ser atravesado, creando en el observador la curiosidad del “que habrá dentro”. Los huecos entre módulos por la dislocación, algunos “obstáculos” como las puertas, incluso algún filtro como unas cortinas, trabajan para impedir al observador exterior la asimilación total del volumen interior. En el libro de Tadao Ando, Simbolismo y Arquitectura, en el capítulo Espacio-tiempo o ma, encontramos el origen de estos recursos arquitectónicos, y su uso en la arquitectura japonesa:
…El acceso a la casa del té, presenta uno de los ejemplos más sencillos y significativos en la aplicación del concepto de ma en la arquitectura. El edificio no es visible desde la puerta de entrada al recinto, la mayoría de las veces esta ubicado en una esquina del jardín y cubierto parcialmente por una frondosa masa arbórea, sólo un camino de piedras delata su existencia. Estas piedras están distribuidas de tal manera que condicionan la forma en que se caminara sobre ellas. El ma se manifiesta en el diseño de este camino como el elemento que organiza el movimiento de un lugar a otro: la separación de las piedras determinara el ritmo del emplazamiento; obligan a una parada, a una mirada que descompone en fragmentos, que son llevadas con instantáneas del jardín. Otro aspecto notable es que el camino de piedras, por ser serpenteante, presenta una perspectiva distinta desde cada piedra del mismo. Por lo tanto, cuando el visitante se desplaza a lo largo del camino, el escenario cambia; unas cosas se ocultan y otras se manifiestan. Hay un desarrollo del espacio en el tiempo. Nunca el visitante tendrá una vista panorámica del jardín; únicamente visiones parciales que a manera de fotogramas podrá engarzarlas en el tiempo.
La segunda intención de estas operaciones de dislocación y maclado, es generar lugares de que permitan múltiples actividades humanas, una balda lo mismo es un peldaño que un asiento, así como una cubierta además de proteger del exterior puede ser un lugar donde disfrutar del día leyendo ( siempre me atraen esos elementos venturianos de doble función ¿una escalera sirve para subir o bajar de nivel ,o para sentarse, o como lugar para dejarse ver?, buscar en google imágenes Plaza de España en Roma para tener una instantánea de lo que acabo de escribir).
El diseño interior juega por medio de una empatía formal, mediante bastidores de madera a modo de estanterías, con el orden de la envolvente.
Visualmente desde el exterior, los cortes en vertical del prisma y las operaciones posteriores sobre el mismo, que generan huecos, entrantes y salientes, que van a contra pelo del sentido del flujo peatonal, así como de su tendencia visual, lo que requiere una mayor atención del viandante para percibirlo.
Además por su composición alargada y su posición en el la vía pública, presenta una imagen desde lejos diferente a la que se percibe cuando se es capaz de percibir los laterales. Desde lejos no se hace uno a la idea de como es en conjunto la biblioteca, y es necesario pasar a lo largo de ella para percibirla en su totalidad.
Además por su composición alargada y su posición en el la vía pública, presenta una imagen desde lejos diferente a la que se percibe cuando se es capaz de percibir los laterales. Desde lejos no se hace uno a la idea de como es en conjunto la biblioteca, y es necesario pasar a lo largo de ella para percibirla en su totalidad.
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